Durante el mes de julio se presenta en exhibición una nueva pieza de las colecciones etnográficas del Museo de Historia Natural de Valparaíso: una máscara ceremonial de la cultura Mapuche llamada Kollong (Kojog) o Kollong kollong; la cual fue ingresada a los depósitos del MHNV, a principios del siglo XX, por donación de un particular.
Cabe destacar que el uso de este tipo de máscaras está en plena vigencia hasta el día de hoy, presente en cada ceremonia o festividad, especialmente donde se presenta la machi como son nguillatunes, machitunes, llellipun, y juegos de palín. El kojog, explica Monica Obreque Guirriman del Museo Mapuche de Cañete, "es un objeto que permite la integridad física y espiritual de las personas que han asistido a la ceremonia, no necesariamente se trata de espantar malos espíritus, sino que se trata de mantener el equilibrio de las energías que una persona tiene. La machi, al entrar en trance (kvimi) logra que las espiritualidades del mundo estén presentes y se acerquen, esas energías son fuertes, pero como digo, no necesariamente malas, son energías diferentes".
Su elaboración estaba a cargo de especialistas y eran fabricadas comúnmente de madera (pellín), aunque también las hubo de cuero y combinación de materiales como: crin para cejas, bigotes y barba. Según la descripción técnica, de la presente pieza del mes, proporcionada por el Centro de Documentación Patrimonial y su plataforma de Colecciones Digitales Surdoc, el Kollong en exhibición, corresponde a un: ”Objeto de uso ceremonial de forma ovalada y cóncava, representa un rostro humano con ojos circulares perforados, nariz redondeada y boca alargada. Tiene barba y bigote fabricado en crin de caballo, de colores negro y blanco, y en la parte superior se encuentra perforado sobre los ojos para un amarre de lana verde y roja en torsión, confeccionado en madera pulida de color oscuro”
En tal sentido, y puntualizando en la información, el director del Museo Regional de La Araucanía, Miguel Chapanoff, señala: “Los Kollong son máscaras ceremoniales, de propiedad de una machi, pero usadas por los curriche (gente oscura). La machi se hacía acompañar por los curriches ataviados con sus máscaras. Los curriches le abren paso, despejan el camino, siguen, acompañan y atienden a la machi en sus actos públicos; a la vez que realzan su autoridad. Representaban personajes burlescos, que con gestos y acciones "divertidas" mantenían el orden de la ceremonia. Por ejemplo apartando a los niños de lugares donde sólo pueden estar las autoridades, correteando animales que podrían interferir o corrigiendo posturas o acciones inadecuadas de los asistentes, delimitando los espacios rituales. Para esto utilizaban un cuchillo de madera o un palito de colihue o quila. Generalmente montan un caballito de madera, el cual era de uso propio y fabricado por cada curriche. Los curriche eran nombrados por la machi y podían acompañarla hasta su muerte en todas sus actividades. Era y es un cargo de responsabilidad muy respetada por su función, hacer cumplir las reglas consuetudinarias asociadas a una ceremonia de una manera divertida. Por lo que eran mediadores entre las situaciones de tensión y distensión y el ánimo de los participantes en estas manifestaciones”
La Pieza del Mes: un Homenaje a los 139 año del Museos, se exhibe en el sector de acceso al hall principal del museo, con acceso gratuito, de martes a sábado de 10:00 a 18:00 horas; domingos y festivos de 10:00 a 14:00 horas.