El Biólogo Sergio Quiroz, realizó durante el mes de noviembre una expedición científica al Parque Nacional Conguillio, lugar donde estudiarán la abundancia de las poblaciones de la Lagartija Liolaemus pictus. Esta actividad se encuentra asociada al programa de colaboración científica entre el Museo de Historia Natural de Valparaíso y La Universidad de Viña del Mar. Los resultados permitirán conocer aspectos poblacionales de la especie para futuros planes de manejo.
¿Qué es una Liolaemus pictus?
Es una especie de lagartija de tamaño pequeño a mediano (10 a 12 cm) y aspecto proporcionado.El cuello está fuertemente plegado, con extremidades y dedos largos. Longitud de la cola 1,5 veces el tamaño corporal.
Presenta escamas dorsales triangulares quilladas terminadas en un esbozo de punta. En los flancos, las escamas situadas encima del pliegue lateral son algo menores que las dorsales. Escamas ventrales redondeadas y lisas. Posee 71 a 78 escamas alrededor del medio del cuerpo. Machos presentan tres poros precloacales. Banda occipital ancha de color café, con un diseño negro en forma de zigzag. En los espacios que quedan de este segmentado, se observan finas manchas azules verdosas y celestes. La coloración del dorso es verde olivácea.
La cabeza ligeramente más clara, de tono café y marcado por numerosos puntitos oscuros. En los costados hay un dibujo formado por manchas negras fusionadas y dispuestas linealmente a cada lado.
Entre estas hay numerosas manchas amarillento-doradas y verdosas. La cola y extremidades presentan manchas negras transversales, bordeadas de verde y celeste. Posee tonos marmóreos negruzcos en la zona gular de la región ventral. El vientre es blanco grisáceo, con los costados rojos asalmonados. La hembra posee la cabeza más fina que el macho, presentando un dibujo similar. Su banda occipital es más ancha con el diseño negro apartado hacia los bordes. Flancos con manchas negras alternadas con verdes. En la parte lateral del cuello posee algunos puntos dorados (Donoso-Barros 1966). Se han descrito a lo menos seis subespecies, que necesitan ser estudiadas a la luz de análisis modernos, para determinar su verdadero estatus taxonómico.
Fuente: Ministerio del Medio Ambiente