Tomando conciencia con nuestras raíces y el futuro
El Día de la Tierra intenta concienciar al mundo, cada 22 de abril, de la necesidad de proteger el medio ambiente y de la conservación de la biodiversidad. Todos los días deberían ser el Día de la Tierra, pero por desgracia, la vorágine consumista que nos envuelve nos hace olvidar con demasiada facilidad problemas que comienzan a ser graves para el planeta como la superpoblación, la contaminación y el uso responsable de los recursos naturales.
Estamos a tiempo de que un cambio de mentalidad y de hábitos facilite y mejore la situación para las generaciones venideras. Cientos de ejemplos que conocemos, y que no siempre ponemos en práctica, contribuyen a hacer más sostenible y habitable el planeta. De hecho, la mejor herencia que podemos dejar a los jóvenes es un planeta habitable, porque la Tierra no pertenece a los humanos, sino que son estos los que pertenecen a la Tierra.
Naciones Unidas decidió designar el 22 de abril como el Día de la Tierra para reconocer que el planeta que habitamos, con sus ecosistemas, es el hogar de la humanidad y que, para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de los habitantes del planeta y las futuras generaciones, es necesario promover la armonía con la naturaleza y la Tierra.
En este escenario es bueno preguntarse, ¿qué está realizando el museo?
Al respecto la curadora de la institución, Anabell La Fuente, señaló que se está realizando una serie de acciones, que van en clara dirección del cuidado y protección del medio ambiente y los recursos naturales.
"Se hizo un levantamiento de gestión hídrica sobre el uso y consumo de agua de todos los procesos y trabajos que realiza el museo, ya sea en sus laboratorios, oficinas y el uso diario de los funcionarios".
Asimismo, agrega que muchos de los materiales que se utilizan en las exposiciones y embalajes de colecciones son reutilizados. "Los retazos de espuma (etafoam) que se utilizan en embalajes de colecciones, se están cortando en pedazos pequeños y se fabrican cojines para uso de cajas de embalajes de materiales delicados, principalmente para cerámicas en arqueología para materiales de cerámica. Con los retazos de planchas de trovisel, se fabrican letreros indicativos o se guardan para fabricación de cédulas en próximas exhibiciones. Las bases, soportes y cédulas se guardan para reutilizar en próximas exhibiciones".
Por último, la profesional señala que en el caso de las colecciones biológicas, que presenten alguna infestación de plaga o su estado esté de "baja" , éste queda a disposición del área de educación como material educativo, lo cual permite reducir la generación de residuos biológicos del museo.