"Sin dañar y sin contaminar" es el nombre de las actividades realizadas por el Departamento de Educación del MHNV en el marco de una nueva versión de la Semana de la Educación Artística. A través de intervenciones museográficas, recorridos, talleres y muestras audiovisuales, niños y niñas aprendieron sobre el avanzado deterioro medioambiental y las maneras para prevenirlo.

Para Cinthia Mora Troncoso, miembro del equipo del departamento de Educación del museo y coordinadora de la actividad el valor de esta mediación consistió en "problematizar lo que hoy vemos en todos lados, la extinción de especies, la contaminación por distintos agentes físicos, químicos o biológicos, y en base a ello generar una conciencia en acción. Hacer pequeños cambios de hábito que contribuyan en el cuidado y protección de nuestra biodiversidad".

Respeto a la recepción de los y las visitantes destacó el asombro, y tristeza, que manifiestan al ver las intervenciones, pero también el mensaje con el que abandonan el museo: "los niños y niñas se vuelven conscientes de lo que ocurre, cuestión importantísima si pensamos que ellos y ellas son el motor que permite cambiar el mundo", señaló.

La actividad "sin dañar y sin contaminar" entregó información relevante sobre lo que está sucediendo hoy en día respecto al daño ambiental, y como todas las personas podemos aportar en la consecución de un mundo mejor, a través de pequeños cambios en nuestros hábitos diarios.

El lema SEA 2019 fué "Arte y Naturaleza: conciencia en acción" Actividad dirigida a grupos de educación inicial, educación básica y educación media. Las y los alumnos participaron de un recorrido por una de las salas del museo, la cual se encontró intervenida dentro de sus vitrinas con residuos sólidos domiciliarios; conectando las experiencias previas de los visitantes con la finalidad de sensibilizar y concientizar de los daños e impactos que estamos causando como humanidad a nuestro entorno natural, reforzando el efecto negativo de la presencia de estos residuos en los ambientes terrestres y marinos.

Hacernos responsables significa reconocer que este es un problema de todos/as, y debemos contribuir practicando acciones que contribuyan a la solución. Somos parte de la naturaleza y es necesario hacer un uso consciente y responsable de los recursos sin agotarlos y sin comprometer el acceso a estos por parte de generaciones futuras. Si generamos una cultura de respeto, pertenencia y protección hacia nuestra naturaleza, permitiremos que niños/niñas y jóvenes puedan en el futuro, también conocerla, disfrutarla y continuar preservándola.