Podría ser un caso único, pero el amor no tiene fronteras, ni tampoco espacio que lo limite, y muy por el contrario es casual marcado por las historias de encuentro de las personas, como las acontecidas en las salas del museo, donde los visitantes se conocen y enamoran o deciden plasmar su amor en una fotografía con el museo como telón de fondo.

Es así como se desarrollan experiencias más allá de las vitrinas y que hoy forman parte de las historias de las personas, como es el caso de Felipe Larenas, un joven enamorado que conoció a su pareja en el museo, ambos Felipe y Constanza atraídos por el mundo de los museos, realizaban su visita al MHNV por separado, hasta cuando sus recorridos se juntaron primera vez. Pasado el tiempo y con una relación puesta en marcha, Felipe decide pedir matrimonio a su enamorada, decidiendo hacerlo en el lugar donde se habían conocido, el Museo de Historia Natural de Valparaíso. Para esto preparó una sorpresa, solicitar matrimonio en la sala la semilla del MHNV. Para lo cual se contacto con el museo, contando su idea y obteniendo ayuda para configurar una autoguía de búsqueda que finalizaría con su particular solicitud. Propósito exitoso, pues ya planifican su matrimonio y vida de enamorados.

Felipe señala: "Salió todo perfecto y con el espíritu sencillo que quería mantener, y que ha caracterizado la relación que a través de ese gesto busco formalizar. Para nosotros, el museo en general, y éste en particular, son instituciones sociales para re-pensar el conocimiento, para hacerlo dinámico, cercano, divertido"

Ciertamente los museos cumplen un rol fundamental en la sociedad, pero son las personas las que dan sentido a las instituciones, y en este caso son los propios visitantes que llenan de vida nuestras salas de exposición. No conforme con este suceso, días después, dos nuevos enamorados llegan al museo, esta vez vestidos de novio con la intención de fotografiarse, se trataba de Paulina y su novio, quienes posaron en los sectores preferidos del museo, testimoniando simbólicamente un momento para recordar toda la vida.

Es así como en este mes de febrero, para muchos el mes del amor, deseamos compartir estas historias y dejar abierta la invitación para visitar el museo más cercano, y así no dejar pasar quizás el amor de su vida.