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Valle de Chalinga: hogar de comunidades prehispánicas

Solapas secundarias

Valle de Chalinga y los usos sociales de su espacio


A partir del 200 d.C, el valle de Chalinga fue una zona densamente habitada por grupos de tradición alfarera. La llegada de los diaguitas, la influencia incaica, y la posterior presencia de los españoles, generó en este territorio una diversidad étnica y poblacional.

Los grupos prehispánicos se asentaron en las quebradas cordilleranas y terrazas fluviales cercanas al curso del río, que nace en la Cordillera de Los Andes y desemboca en el río Choapa.

Estos habitantes generaron variadas formas de uso, apropiación y construcción social del espacio durante cada etapa del período Alfarero (165 al 1550 d.C.):

  • Período Alfarero Temprano (165-1100 d.C.): diversas comunidades ocuparon las tierras altas para asentamientos de carácter habitacional, mientras que las tierras bajas o terrazas fluviales fueron usadas para tareas relacionadas con la explotación de madera debido a la cercanía de los ríos. En esta época destacó la confección de herramientas de piedra con materias primas del valle como basalto, andesitas y granitos.
  • Período Intermedio Tardío (1200-1500 d.C.): pequeños grupos diaguitas se establecieron en las terrazas fluviales sin un patrón regular, pues la ocupación tenía como fin la comunicación con los valles aledaños. El acceso a materias primas no locales, como por ejemplo rocas silíceas, aumentó debido a la incorporación de nuevas fuentes de producción provenientes del contacto con los Incas.
  • Período Incaico (1450-1600 d. C): la utilización del espacio tuvo un carácter funcional de comunicación con asentamientos vecinos y un uso simbólico ceremonial. Durante este tiempo un importante cementerio fue emplazado en el curso superior del río.

Cómo se alimentaron los habitantes en Chalinga

Los restos de flora y fauna recuperados de los sitios arqueológicos revelaron patrones comunes de alimentación en la población prehispánica que habitó Chalinga:

  • El guanaco fue parte central de la dieta alimenticia, y proveyó de cuero y huesos para la confección de artefactos.
  • Capturaron aves pequeñas, roedores como la chinchilla y el zorro chilla en el período Intermedio Tardío.
  • Plantas con frutos fueron usadas como comestibles e insumo para la leña. Sólo se detectó la presencia de quinoa en contextos habitacionales y enterratorios diaguitas.

Espacios habitaciones, sagrados y ceremoniales.

Destacan dos sitios destinados a las viviendas y ceremonias:

  • Quebrada El Tomé: de carácter sagrado, su ocupación fue mínima pues era poco apta para el alojamiento humano. Contiene materiales cerámicos de tiempos incaicos y una amplia cantidad de piedras grabadas con arte rupestre.
  • Loma El Arenal: Ubicada en la parte alta del río y a los pies de un cordón de cerros de baja altura, fue escogida por pequeños grupos diaguitas para construir sus viviendas y enterrar a sus muertos.

El área destinada al cementerio contenía restos arqueológicos como ofrendas. Entre ellas, vasijas cerámicas puestas cuidadosamente cerca de la cabeza, brazos y pies, además de algunos instrumentos de hueso y piedra.

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