La importancia de las colecciones para el desarrollo científico en los museos
“La investigación es el corazón de los museos. Sin investigación no se puede entregar al público todo el conocimiento que la gente puede encontrar en estas instituciones”. Con estas palabras Verónica Silva, curadora del Museo Nacional de Historia Natural, se refirió a la importancia que tienen las colecciones y el estudio de éstas para el desarrollo científico.
En este sentido, la profesional agregó que las colecciones que se encuentran en los museos permiten y fortalecen los estudios interdisciplinarios; incluso, colecciones de un solo tipo, pueden ser estudiadas desde diferentes campos del saber y arrojar diferentes resultados.
En esta línea, la profesional se encuentra desarrollando un proyecto de investigación denominado “Chinchorro, haciendo visible lo invisible”, el cual es financiado por la Clínica Las Condes y que parte esencial de este estudio es parte de la Colección Bio-Antropológica del Museo de Historia Natural de Valparaíso.
“Este proyecto busca sensibilizar y difundir, cómo fue el tratamiento de los cuerpos chinchorros, cómo éstos trabajaron desde el esqueleto, hasta cada uno de los materiales que le iban poniendo a los cuerpos para reemplazar. Además, nos podrá ayudar a determinar la antigüedad de algunos de estos cuerpos”, concluyó.
La importancia de las colecciones en los museos
Al ser consultada por la importancia que revisten las colecciones para los museos, la curadora del Museo Nacional de Historia Natural señaló que una de las etapas más importantes que tiene toda institución es su rol investigativo y en este sentido, sin investigación no se podría llevar a cabo las exhibiciones.
Y agregó. “Por ejemplo, ahora estamos en la tendencia de que los cuerpos humanos ya no son exhibidos. Entonces en base a esa tendencia, nosotros lo que estamos haciendo es trabajar en la investigación misma de las colecciones para luego llevar realmente a exhibición los cuerpos, pero ya no el cuerpo real, sino en nuestro caso la réplica”, expresó.
La investigación es el corazón de los museos. Sin investigación no se puede entregar al público todo el conocimiento que la gente puede encontrar en éstos, agregó.
Resguardando un tesoro de la humanidad
Dos adultos y dos párvulos pertenecientes a la subdivisión momias negras forman parte de la Colección Bio-Antropológica del Museo de Historia Natural de Valparaíso. Las momias Chinchorro datan aproximadamente del 5050 a. C., y son consideradas las más antiguas del mundo.
Notas de prensa consignan que fueron donadas entre 1913 y 1915 por el entonces Director General de la Armada y Alcalde de Valparaíso, Jorge Montt, luego de viajar a Arica y deambular por varias secciones de la Aduana (Vera, 1981:6-7).
Pese a que se desconoce su lugar de origen, las características de su momificación y la fecha de su donación hacen suponer que se trata de las momias halladas por el arqueólogo alemán Max Uhle, que excavó los cementerios en la playa Chinchorro.
La cultura Chinchorro perteneció a las poblaciones costeras pre-cerámicas y pre-metalúrgicas que habitaron el litoral del desierto de Atacama desde Ilo en Perú hasta Antofagasta en Chile, entre el 7020 a. C., y el 1500 a. C., aproximadamente.
Se diferencian de otros complejos arqueológicos del norte chileno por poseer una desarrollada práctica de momificación de sus cadáveres, que supuso un elaborado culto a los muertos y amplios conocimientos de anatomía humana (Arriaza: 2003).